La primera de estas vertientes se refiere a los materiales y sistemas constructivos, que permiten al usuario disfrutar de diversas prestaciones en su uso diario, como la suavidad al rodar, la amortiguación en el cierre, la capacidad de carga y un excelente ajuste entre las distintas partes del mueble.
Uno de los aspectos más relevantes a considerar es la unión entre la superficie y el canto, ya que un sellado de calidad es esencial para garantizar la resistencia a la humedad y el calor. Una transición casi imperceptible entre la superficie y el canto es un claro indicador de la calidad del acabado del mueble.
Para abordar el riesgo de humedad en áreas como la zona de lavado, el frigorífico y el almacenamiento de vajilla húmeda, empleamos los mejores materiales disponibles en la construcción de nuestros armarios. En este caso, utilizamos tableros contrachapados fabricados con adhesivos resistentes al agua, lo que asegura la durabilidad y la funcionalidad del mobiliario en condiciones exigentes. Esto no solo mejora la vida útil de los muebles, sino que también contribuye a un entorno más saludable y estéticamente agradable en el hogar.
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¡Os deseamos unas felices fiestas y un prospero año nuevo!
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